Última semana de vacaciones

Esta semana se basó en comer, dormir y entrenar. Comer fatal, dormir mucho y entrenar 3 horas y no las dos y media que me habían prometido.

Ahora mismo llevo muy bien lo de las tres horas diarias de entrenamiento, pero el lunes me estaba muriendo, me dolían músculos que no sabía que me podían doler, pero bueno, es parte de el periodo de adaptación. 

Sobre el equipo de football solo puedo decir que es IGUAL que en la pelis, todo es super motivador, tenemos cinco entrenadores y al final de cada entrenamiento nos ponemos todos juntos de rodillas delante de ellos y nos dicen cosas inspiradoras como que tenemos que creer en el equipo, y que tenemos que ser una familia, y que tenemos que vivir para jugar y ganar y bla, bla, bla.

Por ahora estoy jugando de defensa, todo el mundo me pregunta que en qué posición exactamente pero es que no entiendo este deporte y no sé lo que hago, pero con suerte en algún momento lo sabré.

El lunes de esa semana hubo una orientación para los nuevos estudiantes, los que empezaban el high school y los que llegaban nuevos de otra parte. En la reunión conocí a Emma y a Nuryia, dos estudiantes de intercambio de Alemania y Tayikistán, además de un chico de Oklahoma (que ha vivido en mil sitios y se acaba de mudar a Alaska de Japón) y una chica de North Carolina. No me cansaré de decir que la gente aquí es muy diversa y que todo el mundo ha vivido en todas partes.

La orientación estuvo muy bien en general, nos hicieron un tour por el instituto, para que viéramos el gimnasio, vestuarios, cafetería, despachos, secretaría, enfermería, las clases... al final nos llevaron a todos a la cafetería y nos dieron pizza y una botella de agua y después de eso nos llevaron al gimnasio (otra vez) para hacer juegos de equipo. La verdad es que me lo pasé muy bien, y nos regalaron una camiseta azul marino (color del instituto) con un lobo (mascota del instituto).

Esto fue del jueves que fui a ver un partido de flag football de uno de los niños de la casa en la que estaba

Y saltamos al viernes, el viernes llegó un sobrino de la familia con la que me estaba quedando y como venían de Utah para ver Alaska nos fuimos a hacer alaskadas con dos six-wheelers en medio del monte profundo con el suelo llenísimo de barro y después nos fuimos a un sitio en medio de la montaña que habían adaptado especialmente para disparar.

Eso es un six-wheeler

La parte de los six-wheelers fue super divertida, cada 30 segundos pensaba que íbamos a volcar y a morir todos juntos en medio del barro, pero esas máquinas son increíbles y no se caen. Después la parte de disparar fue sin dudas la cosa más rara/nueva que he visto hasta ahora. No es que me extrañe que la gente tenga pistolas y se vaya a disparar, es la forma en la que lo hacen. Íbamos con una niña de unos 4 años y el padre le dijo a la niña que disparara un rifle y la niña disparó el rifle. LA NIÑA DE CUATRO AÑOS. Obviamente su padre le ayudó, pero a mi no se me pasaría por la cabeza enseñarle a disparar a un niño de cuatro años, básicamente porque es un niño, no sé, cosas mías.

Tienen este sitio especial solo para ir a disparar

El rifle, las dos pistolas y la caja con las balas

Después de eso fuimos 5 minutos a ver un lago (precioso) y nos fuimos a casa. Volví cansadísimo pero mi familia quería hacer Skype y me acabé acostando a las 2 am.

Al día siguiente me desperté tarde y con sueño, los habitantes de mi temporal casa se disponían a cazar pokemon por la zona, pero yo apoveché el sol que hacía para ir (caminando)(sí, en América y caminando, una locura) a mi casa y llevar parte de la ropa para no tener que ir tan cargado a la noche. Puede parecer una tontería, pero esa experiencia me sirvió para darme cuenta de que en USA no hay aceras, o por lo menos no por todas partes como habría en España.

Mi querida y adorada familia llegó a Anchorage a las 6, pero yo a las 6 estaba invitado a una barbacoa en la casa de la exchange student alemana (Emma), barbacoa a la que también fue la chica de Tayikistán (Nuriya) y Lucía, una becada madrileña. La verdad es que estuvo muy guay, yo me pasé la mitad del tiempo hablando en español con Lucía y conocimos a un nativo alaskense que como todo el mundo aquí ha vivido en muchas partes y nos explicó como para el 18º era calor, que se comía la cabeza del pescado y nos enseñó fotos de él pescando bichos de su tamaño. Hay gente muy interesante por aquí.

Después de la barbacoa me recogió mi host mum, fuimos a la casa de la familia con la que estaba para recoger la maleta y darles las gracias, después de eso home sweet home, y a intentar rescatar mi cámara (no os lo conté, pero se me cayó al barro cuando estaba en el six-wheeler, y la pobre no acabó muy bien).

El domingo fue día de iglesia, comida familiar y charlas. La verdad es que es el único día de la semana en el que me siento con mi family a hablar y conocernos mejor. Además de eso que al día siguiente tenía clase y tan inocente yo me fui a la cama a la 1 am sin haberme dado cuenta antes de que a las 6 tenía que estar despierto.

P.D.: Esperaba tener más fotos de esta semana pero lo único que tengo son vídeos de Snapchat.