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domingo, 6 de noviembre de 2016

Let's go to Utah

Última semana de septiembre. Hace dos meses yo estaba en Vigo, 30 infernales grados, despidiéndome de gente y empaquetando cosas porque me iba a Alaska. Ni dos meses ha pasado y ya estoy sufriendo porque tengo que volver. Sí, estoy en el país que lo gobernará o Hillary o Trump y no se sabe quien es peor, y la gente es racista y machista a niveles insospechados pero no me quiero ir. Aquí la vida es más fácil, además de que me encanta la casa en la que vivo, la familia con la que estoy, el instituto, la ciudad, el estado... todo.

Empezando con el lunes (esta entrada es de una semana no de dos como las últimas que publiqué) tuve que presentar en clase de inglés el libro sobre el que voy a hacer mi proyecto semestral (The World Peace Diet para los interesados) fue la primera vez que tuve que hablar delante de toda la clase y todos me estaban prestando atención y la verdad es que no se me quedó cara de tonto y todo fue fluido.

El martes tuve presentación de mi maqueta de estilo normando (?) (en inglés es Normandy) para mi clase de Civil Engineering, y también me fue mejor de lo que me esperaba igual que en Inglés (cuento estás cosas porque son las que me hacen querer estar en estas asignaturas).
Y el martes por la tarde tuvimos sesión de fotos con el equipo de football ($27 me costó la broma), todos con el uniforme azul navy bien peinaditos, con el casco en una mano y el balón el la otra y después la foto de equipo gracias a la cual descubrí que estoy entre los 6 más altos de un equipo de 31 personas. Después dicen que los americanos son altos. Con la tontería de las fotos perdimos hora y media de entrenamiento así que ese día salimos un poco tarde, pero además al ser el último martes del mes una pizzería de la zona vende medianas a $5 y mi cena se basó en pizza de queso y ensalada mis dos besties.




El miércoles en Spanish Club les llevé una lista de reproducción de música en español (porque en este país se puede llevar el portátil a clase y además de llevarlo puedes usarlo) y como yo de eso no escucho era todo de 2010 pa'tras y alguna que otra que encontré en el top 50 español de Spotify. Y mientras escuchábamos los éxitos de hace 6 años decidimos que íbamos a hacer para Carnival (una puerta para el trick or treat y dos cestas para rifar, os explicaré eso cuando llegué el día).

El jueves fue mi último día de football en toda mi vida (o eso creo). La verdad es que fue uno de los mejores entrenamientos que he tenido y hacía un sol maravilloso que se agradecía mucho. ¿Por qué el último día de football ever? Pues porque el viernes nos fuimos a Utah. Sí, sí, como quien coger un bus para ir al centro. Obviamente no me dijeron un día antes “Oye, que nos vamos a otro estado de vacaciones” pero más o menos ese fue el sentimiento que tuve yo hace dos semanas cuando me lo dijeron. El jueves por la noche, cabe destacar que de repente me dice mi brother, “¿quieres salir a recoger manzanas?” y yo le contesté con un bonito “Sure”, pero claro, estaba en pijama y eran las 10 de la noche, 9º en pantalón corto como que no. Salimos al jardín a coger las manzanas del manzano (hola Marta) y estuvimos un rato hablando de lo bonita que era la vida (en realidad hablamos de política y me quedé flipando con las ideas que tiene aquí la gente, pero bueno, always respect y esas cosas). Resulta que fuimos a coger las manzanas por si en un día de estos las temperaturas bajaban drásticamente por la noche y que con el rocío de la mañana en las frutas se congelaban y se estropeaban. #OnlyInAlaska (y en Washington, Montana, Oregon, North Dakora, Idaho, Minnesota, Michigan... que hay gente que se creee que solo hace frío aquí).


Bueno, como ya dije nos íbamos a Utah. Para seguir con la historia es importante mencionar que mi host dad es piloto y viajamos en standby, es decir, si hay sitios libres en un avión los podemos ocupar, pero sino hay sitios toca esperar al siguiente vuelo.

Siguiendo con la historia, el viernes no fuimos a clase porque a las 10 am salimos de casa para ir a la base militar, ¿por qué? Pues por si acaso. Al no tener un vuelo seguro hay que pensar en todas las posibilidades posibles de escalas, conexiones y demás, y una de esas opciones era hacer noche en Seattle, lo que significaba ir a la base militar del aeropuerto para poder dormir y para eso necesitábamos el ID de John (mi hermano).

Me dio para ver dos películas el vuelo.
Al final conseguimos subirnos en el avión con destino Seattle que salía a las 3 de la tarde, llegamos a Seattle, y en una hora compramos la cena (yo entré al avión con una caja de pizza) y cogimos el siguiente vuelo para Salt Lake. No recuerdo muy bien la hora porque hay diferencia horaria entre Alaska y Washington, y también entre Washington y Utah. Llegamos a casa de la yaya de John AKA mi host yaya y dormimos plácidamente hasta el viernes por la mañana (y hicimos deberes because this ain't real holiday)(profe de mates grax por tanto).

Lo de la pizza iba en serio


Vista de Salt Lake desde la casa
El viernes fuimos a Provo para comer en un buffet con la otra abuela y un tío de John, y después de comer nos pusimos a jugar al Risk con la abuela en el iPhone y la mujer que no sabía ni lo que estaba haciendo nos dio una paliza. Después me fui a un hotel a una reunión de ex-misioneros que estuvieron en España en los últimos cuatro años y me dio mucha alegría poder ver a tanta gente que hablaba español bien, y que me conocían a mi y a mi familia.


Estuve dos horas en la reunión y después nos fuimos al partido de BYU, en la misma calle que el hotel. El partido era de BYU vs Toledo, BYU es una universidad de Utah que si no me equivoco está principalmente en Provo, no sé si tienen facultades en Salt Lake. Toledo es una universidad de Ohio, y no se pronuncia ni de lejos como lo decimos en español.

Como ya he dicho en entradas anteriores, los deportes aquí se viven intensamente. El estadio era ENORME, y eso que era el estadio de una universidad, y estaba repleto de gente, una parte de la grada eran solo estudiantes de BYU y el resto gente que venía de diferentes partes del país para ver el partido (como nosotros que veníamos desde Alaska). En el partido nos encontramos con Emily, mi host sister, y su marido, los que se casaron a la segunda semana de estar yo aquí.    




El partido fue super intenso, acción cada segundo. Football es un deporte que dura mucho porque entre jugada y jugada hay pausas y entre cada cambio de quien tiene la posesión del balón las pausas son más largas. El caso, que cuando no estabas siguiendo el balón con la mirada y vigilando que los jugadores no se mataran y te lo perdieras, entre las pausas gente random iba corriendo en medio del campo y hacían sorteos, y cosas publicitarias, además del half-time show que también fue impresionante.

El partido acabo nada más y nada menos que a las 12 de la noche (empezó a las 8) y con el tráfico que había llegamos a Salt Lake a las 2.

Esto que viene ahora no os va a importar pero a mi sí, así que lo cuento rápido. El sábado fuimos al centro de conferencias a ver la sesión de la tarde y después estuvimos dos horas paseando por la manzana del templo para después entrar a la siguiente sesión. El domingo fue un estrés imaginable porque no había vuelos son asientos libres y había posibilidades de que nos tuviéramos que quedar hasta el martes (como si eso fuera un problema para mi). Estuvimos a punto de hacer escala en Minneapolis pero al final, después de haber ido y vuelto al aeropuerto y varias horas de espera, fuimos a Portland, Oregon, para poder ir a Anchorage después. Con las prisas no pude comprar nada en los aeropuertos y no tengo nada de recuerdo (so sad).




La cena (pizza)
Solo me queda decir que la semana siguiente fue una locura en clase porque no tenía la mitad de los deberes hechos y entré en una crisis de no se que hacer con mi futuro profesional por culpa de una asignatura, pero sobreviví.

P.D.: He subido un vídeo a youtube :) Le podéis echar un vistazo si queréis.




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