Última semana de
septiembre. Hace dos meses yo estaba en Vigo, 30 infernales grados,
despidiéndome de gente y empaquetando cosas porque me iba a Alaska.
Ni dos meses ha pasado y ya estoy sufriendo porque tengo que volver.
Sí, estoy en el país que lo gobernará o Hillary o Trump y no se
sabe quien es peor, y la gente es racista y machista a niveles
insospechados pero no me quiero ir. Aquí la vida es más fácil,
además de que me encanta la casa en la que vivo, la familia con la
que estoy, el instituto, la ciudad, el estado... todo.
Empezando
con el lunes (esta entrada es de una semana no de dos como las
últimas que publiqué) tuve que presentar en clase de inglés el
libro sobre el que voy a hacer mi proyecto semestral (The
World Peace Diet para los
interesados) fue la primera vez que tuve que hablar delante de toda
la clase y todos me estaban prestando atención y la verdad es que no
se me quedó cara de tonto y todo fue fluido.
El
martes tuve presentación de mi maqueta de estilo normando (?) (en
inglés es Normandy)
para mi clase de Civil Engineering, y también me fue mejor de lo que
me esperaba igual que en Inglés (cuento estás cosas porque son las
que me hacen querer estar en estas asignaturas).
Y el
martes por la tarde tuvimos sesión de fotos con el equipo de
football ($27 me costó la broma), todos con el uniforme azul navy
bien peinaditos, con el casco en una mano y el balón el la otra y
después la foto de equipo gracias a la cual descubrí que estoy
entre los 6 más altos de un equipo de 31 personas. Después dicen
que los americanos son altos. Con la tontería de las fotos perdimos
hora y media de entrenamiento así que ese día salimos un poco
tarde, pero además al ser el último martes del mes una pizzería de
la zona vende medianas a $5 y mi cena se basó en pizza de queso y
ensalada mis dos besties.
El
miércoles en Spanish Club les llevé una lista de reproducción de
música en español (porque en este país se puede llevar el portátil
a clase y además de llevarlo puedes usarlo) y como yo de eso no
escucho era todo de 2010 pa'tras y alguna que otra que encontré en
el top 50 español de Spotify. Y mientras escuchábamos los éxitos
de hace 6 años decidimos que íbamos a hacer para Carnival
(una puerta para el trick
or treat y dos cestas para
rifar, os explicaré eso cuando llegué el día).
El
jueves fue mi último día de football en toda mi vida (o eso creo).
La verdad es que fue uno de los mejores entrenamientos que he tenido
y hacía un sol maravilloso que se agradecía mucho. ¿Por qué el
último día de football ever? Pues porque el viernes nos fuimos a
Utah. Sí, sí, como quien coger un bus para ir al centro. Obviamente
no me dijeron un día antes “Oye, que nos vamos a otro estado de
vacaciones” pero más o menos ese fue el sentimiento que tuve yo
hace dos semanas cuando me lo dijeron. El jueves por la noche, cabe
destacar que de repente me dice mi brother, “¿quieres salir a
recoger manzanas?” y yo le contesté con un bonito “Sure”, pero
claro, estaba en pijama y eran las 10 de la noche, 9º en pantalón
corto como que no. Salimos al jardín a coger las manzanas del
manzano (hola Marta) y estuvimos un rato hablando de lo bonita que
era la vida (en realidad hablamos de política y me quedé flipando
con las ideas que tiene aquí la gente, pero bueno, always
respect y esas cosas). Resulta
que fuimos a coger las manzanas por si en un día de estos las
temperaturas bajaban drásticamente por la noche y que con el rocío
de la mañana en las frutas se congelaban y se estropeaban.
#OnlyInAlaska (y en Washington, Montana, Oregon, North Dakora, Idaho, Minnesota, Michigan...
que hay gente que se creee que solo hace frío aquí).
Bueno, como ya dije
nos íbamos a Utah. Para seguir con la historia es importante
mencionar que mi host dad es piloto y viajamos en standby, es decir,
si hay sitios libres en un avión los podemos ocupar, pero sino hay
sitios toca esperar al siguiente vuelo.
Siguiendo con la historia, el viernes no fuimos a clase porque a las 10 am salimos de casa para ir a la base militar, ¿por qué? Pues por si acaso. Al no tener un vuelo seguro hay que pensar en todas las posibilidades posibles de escalas, conexiones y demás, y una de esas opciones era hacer noche en Seattle, lo que significaba ir a la base militar del aeropuerto para poder dormir y para eso necesitábamos el ID de John (mi hermano).
| Me dio para ver dos películas el vuelo. |
Al
final conseguimos subirnos en el avión con destino Seattle que salía
a las 3 de la tarde, llegamos a Seattle, y en una hora compramos la
cena (yo entré al avión con una caja de pizza) y cogimos el
siguiente vuelo para Salt Lake. No recuerdo muy bien la hora porque
hay diferencia horaria entre Alaska y Washington, y también entre
Washington y Utah. Llegamos a casa de la yaya de John AKA mi host
yaya y dormimos plácidamente hasta el viernes por la mañana (y
hicimos deberes because this ain't real holiday)(profe
de mates grax por tanto).
| Lo de la pizza iba en serio |
| Vista de Salt Lake desde la casa |
Estuve dos horas en
la reunión y después nos fuimos al partido de BYU, en la misma
calle que el hotel. El partido era de BYU vs Toledo, BYU es una
universidad de Utah que si no me equivoco está principalmente en
Provo, no sé si tienen facultades en Salt Lake. Toledo es una
universidad de Ohio, y no se pronuncia ni de lejos como lo decimos en
español.
Como ya he dicho en
entradas anteriores, los deportes aquí se viven intensamente. El
estadio era ENORME, y eso que era el estadio de una universidad, y
estaba repleto de gente, una parte de la grada eran solo estudiantes
de BYU y el resto gente que venía de diferentes partes del país
para ver el partido (como nosotros que veníamos desde Alaska). En el
partido nos encontramos con Emily, mi host sister, y su marido, los
que se casaron a la segunda semana de estar yo aquí.
El partido fue
super intenso, acción cada segundo. Football es un deporte que dura
mucho porque entre jugada y jugada hay pausas y entre cada cambio de
quien tiene la posesión del balón las pausas son más largas. El
caso, que cuando no estabas siguiendo el balón con la mirada y
vigilando que los jugadores no se mataran y te lo perdieras, entre
las pausas gente random iba corriendo en medio del campo y hacían
sorteos, y cosas publicitarias, además del half-time show que
también fue impresionante.
El partido acabo
nada más y nada menos que a las 12 de la noche (empezó a las 8) y
con el tráfico que había llegamos a Salt Lake a las 2.
Esto que viene
ahora no os va a importar pero a mi sí, así que lo cuento rápido.
El sábado fuimos al centro de conferencias a ver la sesión de la
tarde y después estuvimos dos horas paseando por la manzana del
templo para después entrar a la siguiente sesión. El domingo fue un
estrés imaginable porque no había vuelos son asientos libres y
había posibilidades de que nos tuviéramos que quedar hasta el
martes (como si eso fuera un problema para mi). Estuvimos a punto de
hacer escala en Minneapolis pero al final, después de haber ido y
vuelto al aeropuerto y varias horas de espera, fuimos a Portland,
Oregon, para poder ir a Anchorage después. Con las prisas no pude
comprar nada en los aeropuertos y no tengo nada de recuerdo (so sad).
| La cena (pizza) |
Solo me queda decir
que la semana siguiente fue una locura en clase porque no tenía la
mitad de los deberes hechos y entré en una crisis de no se que hacer
con mi futuro profesional por culpa de una asignatura, pero
sobreviví.
P.D.: He subido un vídeo a youtube :) Le podéis echar un vistazo si queréis.


No hay comentarios:
Publicar un comentario