Welcome to New York - it's been waiting for you

El miércoles 3 nos despertamos temprano para ir a desayunar al buffet, como yo tenía (al día siguiente) un vuelo a Dallas y después a Anchorage, me negué a cambiar la hora del reloj (porque en NY, Texas y Alaska hay diferentes horas) y me dediqué a decirle a todo ser que se movía el mundo que hora era en España.

Nos dividieron en grupos por colores, yo era del black team pero había como 10 colores diferentes (sino más). En mi grupo había varios españoles, italianos, alemanes, una brasileña, un checo, varias tailandesas... bastante de variado. Además teníamos 4 monitores, una tailandesa, una rumana y dos americanos. Eramos más de 20 personas de culturas diferentes, con costumbres y lenguas maternas diferentes, pero aún así nos entendíamos hablando en inglés.

La orientación en si fue bastante corta, teniendo en cuenta que los becados tuvimos una orientación de dos días y, creedme, ayudó mucho más que la de NY. Básicamente hablamos un muy poco de como iba a ser nuestro año en EE.UU. y lo emocionados que estábamos, pero básicamente hablábamos más de como eran nuestros países que de como iba a ser EE.UU.

Después de esa mini reunión fuimos a una sala más grande donde nos juntamos con más grupos para que nos enseñaran lo que es CIEE (la empresa americana que se encarga de nosotros en USA), los medios que tenemos para comunicarnos con ellos en caso de que haya algún problema y TODAS las cosas que NO podemos hacer. Sigo sin entender porque podemos sacarnos el carné de conducir aquí pero después no podemos usarlo.

En esa presentación te enseñan un vídeo en el que te exponen todos los casos en los que una relación sexual puede ser ilegal y crearte más problemas de los que ya tendrías si tuvieras sexo con una persona de tu misma edad.

Una vez terminada la charla, nos mandaron a nuestras habitaciones para que cogiéramos cámaras y móviles para irnos a New York (recuerdo que estábamos en New Jersey). Nos dieron unos bocadillos del Subway y dos botellas de agua y empezó la aventura!

Nos metieron en un bus con el orange team y un newyorker nos hizo de guía turístico todo el día. La verdad es que aprendía muchísimo ese día, y la verdad, para los pocos años que tiene New York, al ser tan grande tiene bastante historia. Aunque también hay que decir que a los americanos no les gusta resumir en cuanto a historia se refiere, y creo que esa es una de las cosas que más me va a gustar de aquí, porque le dan más importancia a las cosas, mucha más que en España (por lo menos desde mi experiencia).

El autobus nos llevo por el centro de Manhattan, pasamos por Times Square, delante de varios teatros de Broadway, enfrente del edificio de los MTV music awards... vamos, que la cara de flipe era demasiado real.

Todos los edificios son that huge

Después del bajar del autobus nos llevaron a una gift shop cerca de donde estuvieron las torres gemelas. En la tienda había de todo, lástima que las camisetas fueran tan caras porque sino me habría comprado una. Al final acabé con 10 postales (POR UN DÓLAR), una taza y dos imanes para la nevera de mi casa.

Lo que puedes encontrar en la tienda

Después de los souvenirs fuimos al 9/11 Memorial, que es un monumento que hicieron exactamente donde estaba una de las torres gemelas, donde actualmente hay una fuente enorme con los nombres de las víctimas escritas al rededor. Debajo de la fuente hay un museo del accidente, la verdad es que es muy creepy porque es algo así como una tumba porque hay muchísimos cuerpos que aún no se han identificado y las familias de las víctimas van allí en días especiales para ¿llevarles flores?

Nosotros no fuimos al museo, sino que fuimos a One World Observatory para ver toda la ciudad desde las alturas. Antes solían ir al Empire State Building, pero ahora se va a este (supongo que porque es más barato) y además es nuevo (lo inauguraron el año pasado)

La verdad es que está ciudad es enorme, acabas con dolor de cuello de estar mirando hacia arriba tanto tiempo, hay de todo y por todas partes, cada baldosa tiene una historia detrás y por cada edificio se podría escribir un libro. 

Después del One World Observatory fuimos (caminando) por Wall Street hasta llegar al río Hudson, donde tuvimos una cena buffet y después de comer fuimos a cubierta para hacer las mil fotos.

El papi fundador

Ese hombre que se dedica a poner su nombre en edificios

Un carrito de helados 😍

Después de pasar por la estatua de la libertad, hubo una decisión no hablada de ir todos dentro a bailar. Básicamente montamos una rave americana, digo rave y digo americana porque eso en España es una fiesta normal y aquí es un desfase, but, es parte del cambio cultural.

La verdad es que ese día fue increíble, si lo piensas, bailamos sobre el río Hudson en un crucero y nos hicimos fotos con la estatua de la libertad. Suena demasiado bien para ser verdad, y lo mejor de todo es que lo es.

Llegamos al hotel casi a las 10pm, nos metieron a todos en un salón enorme (menos a los italianos y a los alemanes que los muy suertudos se quedaban un día más en NYC) y nos dieron un sobre con nuestro pasaporte y los detalles de los vuelos (cosa que nosotros mismos dimos el día anterior), también un "Help me! I'm lost" en caso de que nos quedemos en blanco en el aeropuerto y no seamos capaces de hablar en inglés, le enseñamos esa hoja a alguien para que cualquier personal del aeropuerto te ayude aunque a mi no me hubiera servido de nada porque vieron en mis datos "AK" y pensaron que iba a Arkansas en vez de a Alaska.

También nos dieron nuestro ID card mientras estamos en EE.UU. y la tarjeta del seguro, además 

 de muchos otros papeles.

Nos fuimos a la habitaciones para preparar todo para el día siguiente, y como algunos salían a las 3am ni les compensaba dormir. Yo salía a las 5am y pensaba organizar unas fotos del portátil pero me quedé dormido esperando para ir a ducharme, por suerte me desperté en cuanto uno de mis compañeros de habitación se iba y puede prepararme a tiempo.

Salimos bastante puntuales, nos llevaron a todos al aeropuerto de Newark (a 20 minutos del hotel) en bus. Allí tuvimos que pagar $25 para poder facturar la maleta grande hasta nuestro destino; nos tiramos una media hora para pagar con tarjeta en las máquinas del aeropuerto porque nadie sabía como se pagaba.

Desde de eso nos fuimos (pasando del monitor) al control. La verdad es que aun me siento mal porque nos estuvo buscando (a mi y a otras tres chicas) por todas partes hasta que por fin decidió que ya habríamos entrado. #PrayForRyan

Podéis ver a que a las 5am ya había salido el Sol

Después del control fue todo esperas y dar gracias a los Estados Unidos de América por tener Wi-Fi funcional en los aeropuertos. Primero nos despedimos de Sofía que se iba a Florida, después esperamos a nuestro vuelo con destino a Dallas con Carlota y dos chicos que iban pagando. (Uso el plural refiriéndome a los Alaskans que íbamos todos juntos (los tres)). Después varias horas de avión, después aeropuerto de Dallas en el que aproveche para comprarme un imán de Texas para dejar constancia de que había estado en ese Estado y para comprarme la comida (sí, el vuelo no incluía ni maleta facturada ni comida), además de que me dio tiempo de hacer Skype con mi familia y llamar a mi familia, además de actualizar Facebook, ir al baño, comprarme un batido de peatnutbutter y ver Snapchat. Sí, me aburrí mucho.

Después en el avión para Anchorage estaba tan cansado que cada vez que intentaba mirar la pantalla del portátil me quedaba dormido, y así unas 5 veces. La verdad es que llegué a Alaska a las 2am de España un viernes. Teniendo en cuenta que el martes me desperté a las 8am y en el hotel de NJ no dormí más de 4 horas por día... haced cuentas.

Al aterrizar en Anchorage empecé a dar mini-saltos de alegría mirando por la ventana. Aunque estuviera lloviendo se podía ver ese precioso verde de la montaña y el bosque de tundra, cosa que se agradecía después del desierto de Texas.

Y aquí queda la entrada, más larga de lo que esperaba, la siguiente será de mi primera semana en Alaska, y creedme que esa va a ser MUCHO más larga porque tengo muchísimo que contar.